Nota realizada por Silvina Macri

Sebastián Andrés Badilla Castro (Santiago, 18 de octubre de 1991) es un director de cine, guionista, productor y actor chileno. Es conocido por su extenso trabajo fílmico por haber protagonizado y dirigido las películas El limpiapiscinas (2011), El babysitter (2013), Mamá ya crecí (2014), Maldito amor (2014), No quiero ser tu hermano (2019) y Eternamente adolescente (2023).Desde el 2023 se encuentra radicado en Buenos Aires, Argentina dedicado a la producción de cine y teatro.

Quisimos saber más sobre él…

E.A.: Cómo te presentarías, desde tus palabras?
S.B.: Soy un autogestor obsesionado con el cine. Desde niño he sido así. A los 12 años comencé haciendo mi primer cortometraje donde convoqué a Eduardo Ravani, para que se hagan una idea, Ravani es una especie de Alberto Olmedo y Jorge Porcel juntos de la televisión chilena. Fue el creador, director y estrella del programa de humor más importante y longevo de la historia de mi país, El Jappening con Ja que estuvo 30 años al aire. Cuando era niño, vi algunos episodios de ese programa y les dije a mis papás que quería ser como él. Porque veía en Eduardo Ravani a un actor cómico, pero al mismo tiempo era el director, era el escritor, la cabeza de todo el programa. Eso es lo que yo quería hacer en películas. Siempre cuento esto, porque con 12 años y gracias a la guía de teléfonos, concreté una reunión con don Eduardo, quien no tenía idea que yo tenía solo 12 años y que mi mamá me estaba esperando afuera de su oficina. Le fui a ofrecer participar como actor en mi primer cortometraje. Creo que por generosidad, aceptó, además, del notorio parecido físico que ambos teníamos, vio una versión de sí mismo a los 12 años. Desde ahí se convirtió en una especie de padrino artístico para mi carrera y en mí como persona. Actuó en varias de mis películas, siempre fue el primero en leer mis guiones antes de filmarlos e incluso su última actuación está en mi última película en Chile, «Noches de Sol», Eduardo estaba enfermo y falleció 1 mes después de hacer sus escenas en la película que se estrena estas Vacaciones de Invierno en todos los cines de Chile.

E.A.: Siendo un prolífico artista, que te lleva a escribir, cuál es el disparador de tu proceso creativo?
S.B.: Siempre estoy desarrollando diferentes guiones al mismo tiempo. Es una técnica que me enseñaron mis amigos de la productora Happy Madison, Adam Sandler y Allen Covert cuando viví casi 3 años en la ciudad de Los Ángeles, en California. Tuve la suerte de conocerlos y me encontré con dos tipos maravillosos, humildes, genios totales. Me ayudaron a distribuir mis películas en los Estados Unidos, me invitaron a la filmación de una de sus películas de Netflix y me enseñaron la disciplina de escribir comedia. Ellos, todos los días escriben 20 páginas de un guión, se vaya a filmar o no. En base es por eso que producen tantos guiones propios al año con su productora Happy Madison. Con mi hermano, Gonzalo Badilla quien es mi socio y un gran cineasta, intentamos hacer eso. Siempre estoy escribiendo. Yo me despierto y lo primero que hago es escribir 20 páginas de cualquier idea o proyecto de guión que esté trabajando. Es como lavarme los dientes, lo hago todas las mañanas. De ahí salen guiones que se convierten en películas o la gran mayoría, guiones que quedan guardados esperando por hacerse o simplemente guiones que le sacaron una carcajada a mi esposa o a mis amigos más cercanos y se quedarán en lo que son… papeles.

E.A.: Cómo dialogan tu yo guionista/dramaturgo con tu yo actor, cuando cumplís los dos roles?
S.B.: Trato de separarlos. Por eso siempre trabajo con otros directores. Cuando escribo, soy otro que cuando actuo. Generalmente mi yo guionista-dramaturgo es muy seguro de sí mismo y siempre cree que está escribiendo el mejor guión de la historia. Pero esa versión de mí desaparece cuando estoy en el set de grabación y soy un actor más del elenco. Jamás intervengo como guionista ni en mis escenas, ni en las de otros compañeros o compañeras. Me pongo en las manos de un director, sea en cine o en teatro, siempre lo he hecho de esa forma. Como actor improviso mucho, pero eso lo hago en proyectos que escribo y en los que no, si me lo permiten, también. Mi escencia en la comedia es improvisar los remates.

E.A.: Qué te sedujo de Buenos Aires?
S.B.: Todo. Buenos Aires es la mejor ciudad del mundo. Es un dialogo que escribí desde el corazón y lo dice mi personaje en mi nueva película «Como Si Fuéramos Solo Amigos» que acabo de terminar de filmar acá en esta ciudad durante Febrero. Buenos Aires tiene algo mágico, es una ciudad estimulante y su panorama cultural fue lo que me trajo acá. Además, obviamente el hecho que me casé con mi esposa que es Argentina y tuvimos un hijo nacido acá que ya va a cumplir un año. El amor y la cultura me trajeron a Argentina

Sebastián Badilla prepara su primera película en Argentina como guionista y protagonista junto a Manu Viale (protagonista) y Gonzalo Badilla (director) “Como Si Fuéramos Solo Amigos” a estrenar en Octubre/

 

 

 

 

 

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