Por Iván Pedernera para Eclécticamente Arte.

“Si tuviéramos la oportunidad de escribir nuestra propia historia, ¿no le pondríamos un final feliz a ciertas despedidas?”

El reloj marcaba las 20.30hs cuando se dio sala en el teatro El Cubo, estaba intrigado por lo que iba a ver. Basto solo que se apagaran las luces y que apareciera el humo para comenzar el viaje. Al aparecer el personaje de La Sirenita la cual a través del canto nos contaba lo que iba a ser su final, una emoción se instaló en mi pecho,  una rara mezcla de sentimientos. Sentí que ese niño interior que todos llevamos dentro estaba más presente que nunca.

No tardan en aparecer los hermanos Grimm en escena. Llegan a un extraño lugar en busca de alojamiento. La dueña  no tarda en darles una habitación, la 47 para ser precisos, en la cual según se comenta fue habitada por una bruja y que aquella persona que la ocupe no vuelve a ser la misma.

En el transcurso de la obra estos hermanos se van cruzando con los extraños huéspedes, podemos reconocer entre ellos a míticos personajes de cuentos, que alguna vez leímos o que nos contaron en nuestra niñez “La cenicienta”, “la bella durmiente” “Hansel y Gretel”. Cada uno de ellos va relatando su historia tan intensa y con un final que seguramente pocos conocíamos.

Entre bailes, diálogos profundos, canciones tan emotivas y sentidas, vamos conociendo la trama de la historia. Es inevitable no reflexionar sobre la vida en general, con todo lo que ella nos trae y que está en nosotros como la queremos contar.

Sin quererlo estos míticos hermanos  fueron recolectando historias, la cual a través de la escritura hicieron que no se perdieran con el paso del tiempo y se convirtieran en la compañía de muchos niños. Las cuales todas tienen en común las mismas palabras mágicas “Había una vez…”

Se destaca el GRAN trabajo de Nicolás Perez Costa, no solo en la actuación. También es el creador de libro y letra, diseño de luces y dirección general. Dándole un sello personal a tan magnífico trabajo

Cuenta con una escenografía totalmente transformable, que la convierte en sombría digna de la historia (Diseño: Elisa D´Agustini/ realización de diseño: Diego Lotierzo y Matías Pilatti) y un vestuario maravilloso digno de cuentos diseñado por Fernando Crisci Munz quien también forma parte del elenco.

Son 30 los artistas en escena que hacen que en ningún momento la historia pierda ritmo, todo lo contrario, minuto a minuto lo va ganando. La música original de Pablo Flores Torres al igual que las coreografías de Barby Majule y los efectos especiales de Nadir Ayrad hacen en parte que esto sea posible.

En esta oportunidad el personaje de uno de los hermanos Grimm, “Jacob” para ser preciso fue interpretado por Juan López Boyadjian ya que Agustín Pérez Costa por asuntos de agenda no podía estar presente. El talento y el carisma con el que se subió al escenario hicieron que se llevara gran parte de los aplausos.

Sobre el final de la obra el cual es muy emotivo, un mar de aplausos inundo la sala, es inevitable no ponerse de pie para hacerlo, este espectáculo lo amerita. Es digno de Broadway.

Cuando ya no quedaba nadie en el escenario y la gente se empezaba a ir, volver a la realidad fue difícil, no quería que el cuento se termine. Nos deja con la enseñanza que “no es solo ver para creer, sino también creer para ver” y si hay algo que tengo claro es que ¡la Magia existe!

“LOS GRIMM”  UN MUNDO MAGICO DE NICOLAS PEREZ COSTA – 

MUSICA ORIGINAL PABLO FLORES TORRES

COREOGRAFIA BARBY MAJULE

DIRECCIÓN NICOLÁS PÉREZ COSTA

FUNCIONES: SABADOS 20.30 HORAS

TEATRO EL CUBO: Zelaya 3053
Localidades desde $250 pesos.-