Reseña realizada por Mirta Mato.

Se dice que esta obra de Eugene O`Neill -compleja si las hay- tiene abundantes elementos autobiográficos.  En la escena se expone el conflicto de una familia norteamericana a principios del siglo XX.  La historia transcurre desde la mañana a la noche de un mismo día, en su residencia de verano.

Cada personaje arrastra una frustración que lo conduce, por distintos caminos, a su propia destrucción y, por ende, a la de su entorno.  El padre (James – Arturo Puig) es un actor retirado que ha pasado su vida haciendo giras descuidando su hogar y la madre (Mary – Selva Alemán) regresa de una internación motivada por su adicción a la morfina.  Los hijos (Diego Gentile y Lautaro Delgado Tymruk) también se sienten descontentos con su propia vida y la relación con sus progenitores.  Todos atraviesan una crisis profunda y cada uno intenta escapar a través de alguna adicción.  El día transcurre con el agravante de la preocupación de todos ante la posible enfermedad del hijo menor.  El único personaje que aporta un poco de aire fresco a esta trama tan compleja es la mucama (muy bien interpretada por Julia Garriz).

La escenografía no escatima detalles, y la iluminación acompaña a la perfección la puesta en escena de Luciano Suardi; que también cuenta con un vestuario exquisito de Graciela Galán.

Largo viaje de un día hacia la noche de Eugene O’Neill, con dirección de Luciano Suardi. El elenco está integrado por Arturo Puig, Selva Alemán, Lautaro Delgado Tymruk, Diego Gentile y Julia Gárriz. La asistencia artística es de Julieta Abriola, el desarrollo creativo de Selva Alemán, Arturo Puig y Luciano Suardi, la música original y el diseño sonoro son de Carmen Baliero, el diseño de iluminación es de Jorge Pastorino y el diseño de escenografía y vestuario de Graciela Galán, Fotografías Carlos Furman.

Sala Casacuberta del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530)

Funciones: de miércoles a domingos a las 20.30 horas.

Platea $ 3.500 Miércoles $ 2.000

Duración: 115 minutos