Por Laura Pacheco Mora para Eclécticamente Arte.
Esta obra nos cuenta lo que sucede en un jardín de infantes, siendo éste el escenario en el cual transcurre una reunión de padres.
Los adultos, de pronto se encuentran con una nueva identidad y empiezan a ser «el papa de» o la «mama de», intercambian su forma de ver el mundo, al igual que sus hijos, solo que, en esta ocasión, se trata de gente grande y que peina canas en algunos casos.
La autora, además de actuar en la obra, la escribe y dirige. Su personaje es una mamá que quiere liderar la reunión convocada por la directora, que brilla por su ausencia y delega, por teléfono, toda la responsabilidad a una maestra jardinera desbordada por la situación.
Así, en esta suerte de reclusión de papás, esperando las instrucciones de la directora, transcurre el tiempo. Sin contención y aumentando cada vez más la tensión entre ellos, llegan al borde de ataque de nervios colectivo.
Esto se da entre los cuatro padres presentes, cada uno con sus propias características, que se potenciarán a lo largo de la obra, dando cuenta de sus propios errores y fallos, y de la proyección en sus hijos.
Hasta por momentos parecieran ellos ser los niños, peleando y argumentando sobre cuestiones que poco tienen que ver con el razonamiento y la conducta de un adulto; llevando al espectador de la mano, que asiste así a un intercambio desopilante y divertido, que en muchos casos lo identifica con su propia experiencia y provoca carcajadas.
Esas risas que nos son familiares, mutan de a poco hacia la ansiedad y la angustia, revelando que, en el mundo de los adultos, las responsabilidades compartidas muchas veces generan stress y nos enfrentan a lo que «debemos hacer”, como el escolar que tiene que hacer la tarea.
Se podría decir que este encuentro entre padres se transforma en un gran espejo de la realidad y la verdad de nuestras propias miserias que llevamos guardadas bajo siete llaves, desde que dejamos de ser niños.
Es de destacar la actuación de María Inés (Victoria Marroquín), que se constituye en un personaje bien logrado y creíble, y de Gabriela (Daniela Rico Artigas) – la menos contaminada, sana e inocente-, que es una clara crítica en estos tiempos, en los que deberíamos ya haber aceptado ciertas diferencias en la manera de ser y encarar lo nuevo, que aún generan subestimación y burla.
Defender las necesidades de sus niños es la excusa para expresar pretensiones individuales e imponer opiniones como verdades. Deseos, secretos y frustraciones aparecen, convirtiendo la tarea en una disputa de ego y poder; y quién da el ejemplo y mayor aporte a la reunión … es “la nueva” … como suele ocurrir en la vida.
Elenco:
Manuel Vignau (Martín),
Julieta Petruchi (Verónica),
Victoria Marroquín (María Ines),
Carolina Marcovsky (Gabriela),
Axel Joswig (Diego)
Victoria Hladilo (Sandra)
Diseño de escenografía e iluminación: Magali Acha
Diseño de vestuario: Susana Berrio
Diseño de sonido: Ignacio Viano
Fotografía: Luis Abadi y @phteatro
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Asistencia de dirección: Catalina Augeé
Co-dirección: Cinthia Guerra
Dramaturgia y dirección: Victoria Hladilo
Funciones: viernes 21 hs.
Duración: 70 minutos
Chacarerean Teatre
Nicaragua 5565, Palermo
4775-9010/ 4774-3712
Entradas: $ 300 $ 250
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