Entrevista realizada por La Emperatriz para Eclécticamente Arte.

El artista, psicoanalista y psiquiatra Alfredo Martín regresa a la cartelera porteña con dos de sus últimas propuestas: “La Vida Puerca”, versión sobre “El Juguete Rabioso”, de Roberto Arlt y “Abandonemos Toda Esperanza”, a partir del clásico “En Familia”, de Florencio Sánchez. Eclécticamente Arte dialogó con Martín sobre ambos espectáculos, a la vez que anticipa los proyectos futuros del dramaturgo y director teatral.

  1. A lo largo de tu trayectoria artística, te has especializado en el pasaje de relatos literarios al lenguaje teatral. En ésta ocasión en particular, luego de haber trabajado con diferentes escritores, tanto nacionales como internacionales, ¿Por qué Roberto Arlt y porque, de toda su obra, “El Juguete Rabioso”?

Una de las respuestas posibles es que la vigencia actual de Roberto Arlt se ha acrecentado extraordinariamente, ya que vivimos en medio de la exclusión social y la falta de integración, especialmente para con los jóvenes y los adultos de la tercera edad. El sistema neoliberal que actualmente nos gobierna multiplica ferozmente esto: aquellos que, ya sea por su condición de clase o pobreza económica, quedan directamente excluidos. Recordemos que el término “excluido” se diferencia del de “desempleado” en el sentido de que mientras en el segundo caso se trata de una cuestión contingente, en el primero son las propias posibilidades de reinserción las que se ven amenazadas. La miseria de hoy, entonces, ya no es meramente una cuestión económica sino y por sobre todo, ética.

Además, en El Juguete rabioso se plantean una serie de personajes dramáticos muy potentes, que a la manera de los arquetipos, conforman una verdadera fauna porteña. Ellos dan cuenta de los valores y suciedades de nuestra sociedad, antes y ahora. La escritura avanza sin treguas en la novela, creando un idioma propio, donde abunda el lunfardo, la voz de los desclasados y/o marginales. Y como un palimpsesto, va revelando influencias de distintos géneros teatrales en su largo recorrido; esto era algo que nos seducía mucho a la hora de pensar la puesta en escena.  

  1. Cuáles son, desde tu punto de vista, los motivos por los cuales la literatura arltiana continúa captando nuevos lectores y adeptos.

Arlt hilvana con crudeza y desmesura, sin dejar de lado el humor, la radiografía de una sociedad enferma y resentida, cuya salida es imposible mientras no seamos capaces de ver nuestros propios vicios, hábitos y padecimientos.  Y como el perro que se muerde la cola, terminamos reproduciendo nuestra propia desgracia, desgarrándonos de dolor. El tratamiento que hace Arlt con el lenguaje le da visibilidad al hombre de la calle, al laburante y al marginal, esos seres sobre los cuales el sistema derrama su pestilencia. Los sociólogos dicen que al lado de una gran ciudad, siempre se genera un gran basural: es esto lo que Roberto Arlt capitaliza, mostrándonos de qué está hecha esa basura, esa inmundicia.

  1. Cuáles son los puntos de contacto entre el relato de Arlt y la actual sociedad argentina.

Seguimos funcionando como un binomio que se afianza en sus errores y fanatismos. Estamos enfrentados empecinadamente entre la civilización y la barbarie. Son ellos o somos nosotros y la lucha parece a muerte. Y lo que es aún peor, siendo lúcidos y trabajadores, buscamos una salvación inmediata y extraordinaria, algo que nos devuelva al paraíso perdido, y eso nos pierde en intentos desesperados y absurdos que nos hunden cada vez más.

    4. Respecto de “Abandonemos Toda Esperanza”, decidieron regresar, luego de dos temporadas de éxito comprobable, y con Ocho Nominaciones para los María Guerrero, Luisa Vehil y Florencio Sánchez ¿Cuál es la potencia de la voz de Sánchez? ¿Cuáles son, desde tu punto de vista, los puntos de contacto entre la familia que él describe y la clase media argentina?

Florencio Sánchez nos conoce al dedillo, sabe quiénes somos. Es como si nos hubiese radiografiado desde principios del siglo pasado, mostrando nuestro ADN. Me interesa su obra dramática y su denuncia, que es al mismo tiempo una escritura de tesis, donde se ve como lo social nos marca y nos enferma; y esa huella nos condena hasta la actualidad.

La familia de Sánchez es la clase media argentina con sus mañas, sus quejas y sus delirios de grandeza. Su estructura perversa va socavando los valores éticos y morales.  Tal como sucede en la obra, el hijo que regresa para ayudar a la familia, es fatalmente devorado.

Socialmente somos hijos de un padre terrible o bien melancólico, padres sin ley, que se aprovecha de los suyos.  Y se los come como Saturno, (en aquella grandiosa pintura, que pertenece a la serie negra de Goya: “Saturno devorando a su hijo”) En esa imagen se ven las fauces abiertas de un padre, que como una bestia, engulle la cabeza de su pequeño hijo, sin pena ni arrepentimiento

5. La ludopatía es otro de las temáticas pilares de “Abandonemos Toda Esperanza” ¿Cuáles son, desde tu recorrido multidisciplinario, las patologías de la sociedad actual?

El juego se ofrece hoy a todo nivel (legalizado y clandestino) como un campo de oportunidades, donde el azar reemplaza a la figura ausente de un padre y podría cambiar nuestra suerte, si participamos.  A esto se agregan otras patologías como los trastornos por consumo problemático de sustancias (adicciones); trastornos de la nutrición, como la anorexia o la bulimia; casos de abusos y violencia de género. Y más allá, el campo de las psicosis, cada vez más frecuentes, sobre todo las llamadas psicosis ordinarias (que pasan desapercibidas). Son distintas salidas patológicas, frente a una problemática cada vez más grave: la dificultad para poner en palabras el sufrimiento, hacernos cargo de nuestras vidas y poder pensarnos y resolver como sujetos dentro de un entramado social, que cada vez protege menos a sus miembros.

6. Estás actualmente trabajando con el escritor polaco/argento Witold Gombrowicz ¿Qué nos podes anticipar sobre este nuevo proyecto?

Se viene “La fachalfarra” (Versión libérrima de Ferdydurke), una obra que vuelve a poner en escena el singular planteo de Witold Gombrowicz sobre la inmadurez y la subcultura de las formas. Eso que nos define y nos infantiliza, creándonos una “facha” de la cual no es nada fácil escapar. Se estrena en la segunda parte del año, luego de participar de la nueva edición del Congreso Gombrowicz.-