Por María Eugenia Heyaca para Eclécticamente Arte

 «¿De quién hablamos cuando hablamos del otro? ¿Hasta dónde llega la piel que nos separa?»

Es tan placentero llegar a un teatro y darte cuenta desde el inicio que todo está dispuesto para vivir una experiencia diferente. Eso mismo me pasó una vez que retire mi entrada para ver la obra, en el Camarín de las Musas.

Entrada en mano salgo para dirigirme a la sala que me indican es donde se presentará la obra, miro hacia la fila de ingreso pero otra cosa llama mi atención,  veo que había un televisor transmitiendo algo en la vidriera del teatro, levanto un poco la vista y veo un cartel que indicaba “Estamos en función. Y finalmente salvarnos”. Ya sin dudas sobre que lo que transmitían formaba parte del espectáculo me acerco a verlo, momento en el cual se descorre una cortina negra y alguien me observa desde adentro por unos segundos. Sigo mirando aquello que parecía ser un documental  hasta que indican que hay que comenzar a ingresar a la sala.

La bienvenida al espacio es dada por la misma actriz que me observaba antes, Lisa Caligaris, quien presta su cuerpo para que éste personaje nos sumerga  en una historia diferente y atrapante.

Entró y observo el  espacio, pequeño, íntimo, minimalista, todo indica que sólo se encuentran en el escenario aquellas cosas sumamente importantes para el desarrollo de la obra. Se da inicio a la función y no caben dudas que estamos ante una mujer que defiende a otra mujer, nos damos cuenta que formamos parte de un auditorio al que se les presentará una historia, la historia de un crimen,  la historia de Ella, que vivió hace muchos años en algún pueblo del interior del país y contrajo una enfermedad a la que no se la puede siquiera nombrar.

En un interesante juego de roles, la actriz representa a todos los involucrados en ese acontecimiento que nos convoca, es Ella, familia y defensora de los derechos vulnerados de está mujer y de tantos otros que han padecido el mismo mal. Se involucra hasta los huesos por hacernos sentir y vivir lo que ha padecido Ella, hace uso de los recursos que el Teatro le brinda para que podamos vibrar al ritmo de esta historia.

Y lo logra de manera excepcional. Varias preguntas rondan mi cabeza y me doy cuenta que todos estamos deseosos de saber más, de entender más. No podemos dejar de sentirnos atrapados por este relato.  Me pregunto si ésta historia puede ser la de cada uno de nosotros.

Los juegos de luces, la utilización de los recursos, los sonidos, todo se encuentran a disposición de hacernos vivir una historia fascinante.

Pero eso no es todo, al finalizar su exposición se nos brinda la posibilidad de formar parte de este acontecimiento a través de una sencilla acción, al abandonar la sala se nos da un papel con varias opciones, es nuestro momento de dejar nuestra opinión, de enfrentarnos con todas aquellas preguntas que se nos abrieron en el transcurso de la obra y, déjenme advertirles que no es tan simple decidir que elegir, volvemos a confrontar con más preguntas.

Dicen que las grandes obras son aquellas en las que abandonas el teatro hablando y discutiendo sobre lo que viste, lo que entendiste, lo que sentiste. Si eso es verdad estamos ante un ejemplo de ello. Excelente dramaturgia y una brillante actuación, como ya nos tiene acostumbrados Lisa Caligaris, hacen de esta obra un imperdible de la cartelera porteña.

Actuación: Lisa Caligaris

Dramaturgia: Lisa Caligaris  y Verónica Dragui

Diseño de espacio: Verónica Dragui

Colaboración escénica: Lisandro Rodríguez

Asesoramiento en vestuario y objetos: Azul Borenstein

Diseño de luces: Diego Quiróz

Fotografias: Mili Morsella Fotografías

Diseño gráfico: Manuel García

Prensa y difusión: Carolina Alfonso

Distribución: Paz Begué – VERDEVER

Dirección: Verónica Dragui

 

Funciones: domingos 18 hs.

Duración: 50 minutos

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS

Mario Bravo 960, 4862-0655

http://www.elcamarindelasmusas.com/

Entradas: $250 y $200 (jubilados)

2×1 para menores de 30 años y Club La Nación