Por Pía Fonseca para Eclécticamente Arte

““Todo lo que nadie ve, vos lo ves, cada nervio que sufre, lo sanás” dice la canción, y parece reducir, con sencillez, el vínculo primordial entre un hijo y su madre. Sin embargo, lo sabemos, las relaciones no son tan sencillas como las canciones.”

Una madre y su hijo acaban de sufrir la muerte del padre de la familia. En algún momento el hijo aprendió que el dolor se paga con la enfermedad, y la enfermedad con el aislamiento, desde entonces mantiene a su madre alejada de la realidad. Él cree que eso es lo mejor para ella. Ella, en cambio, pugna, sin fuerzas pero con insistencia, por salir.

La acción transcurre en el dormitorio que antes fue del matrimonio, la propuesta escenográfica acertada de Federico Falasco, nos propone la idea que se aproxima un derrumbe inminente…

Las pérdidas dejan cicatrices, heridas, y un vacío que perturba. Los protagonistas buscarán, a su manera, completar aquello que les falta y aliviar el dolor. Se acompañan, conviven y transitan juntos el desconsuelo. Días, que interpretan monólogos de teatro, de cuando la madre actuaba y el joven estudiaba. Tardes, en las que discuten sobre la cama, al borde de la ventana, o en la mesita de luz. Noches, que pasan delante de sus ojos mientras se encuentran encerrados entre esas cuatro paredes.  Días, tardes, y noches de agobio, de silencio.

La madre se encuentra en un estado depresivo. Por momentos la invade una enorme tristeza, en otras ocasiones se encuentra feliz, vital, y con energía. Tiene tantos deseos de salir, de volver al mundo, que solo escucha la voz de su hijo, quien  la convence de aún no estar preparada. En contrapartida, manipula a su protector por medio de la culpa para que no la deje sola.

Lourdes Invierno encarna a la perfección todas esas contradicciones. Compone un personaje excelente desde las miradas y las pequeñas acciones ya que cuenta más en lo que calla su dulce voz, que en lo que dicen sus textos. Un gran trabajo, una gran actriz.

Si bien Invierno podría devorarse el escenario, en el papel del hijo lo compone Julián Funtes, hundido en la angustia, quiere solucionarle todos los problemas a su madre sin dejarla avanzar. Preguntón, invasivo, celoso, atento, dramático, dependiente, posesivo y extremista. Acompaña y encarcela. Notable la interpretación de Fuentes.

“Es mi primera obra. Escribí sobre una experiencia personal, sin ser necesariamente una autobiografía; con muchas dudas y con pudor pero con una sola certidumbre: contando este pequeño universo puedo hablar de otros más grandes”,  expresó el director y dramaturgo, Javier Rodríguez Cano. Para ser la primera vez en traer una historia a contar en el escenario, creó una pieza única, intensa, y repleta de silencios.

“Todo lo que nadie ve” es un drama familiar que explora las dos caras tras la muerte de un ser querido: depresión y fortaleza, locura y desolación. Una obra íntima que reflexiona sobre la forma de relacionarse cuando el dolor abunda y las explicaciones escasean.


Ficha técnico artística

Actúan: Julián Fuentes, Lourdes Invierno
Diseño de luces: Christian Gadea
Realización de escenografía: Federico Falasco
Realización de objetos: Lorena Pavesi
Fotografía: Gustavo Maggi
Diseño gráfico: Mariana Rovito
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Producción general: Carola Parra
Dirección de arte: Gustavo Maggi
Dramaturgia y dirección: Javier Rodríguez Cano
Duración: 50 minutos

Funciones: viernes 21 hs.

VERA VERA TEATRO – Vera 108, C.A.B.A.

Teléfonos: 4854-3655

Web: http://www.veraverateatro.blogspot.com

Entradas: $ 220 y $ 180 (estudiantes y jubilados) Promo 2 x $ 300

http://www.alternativateatral.com/obra53875-todo-lo-que-nadie-v