Reseña realizada por Matías Tortella para Eclécticamente Arte.

Esta obra recibe al espectador con Clara internada, dormida, y con Mabel haciéndole las curaciones correspondientes del día. Cuando ya todos ingresaron, las luces necesarias suben al igual que la banda sonora apaciguada y se produce lo que en cine se llama “secuencia de montaje” mostrando un estadio inalterado bello: el Negro visitando con flores a su esposa internada, el doctor entra con su café intentando un acercamiento con la enfermera. Luego, se limpia el escenario de personajes para dar lugar a la cuidada trama. Clara debe abrir los ojos para sanar y desalojar la cama, destinada a nuevos pacientes en lista.

Toque perfecto de actualidad en el humor. Una comedia de realismo mágico, en donde Clara despertará primero para cada uno en particular (produciéndole a cada personaje un viaje espiritual) y luego volverá en sí para todos, dejando sentir un tiempo onírico que manipula la narración y construye la ubicuidad definitivamente con el espectador dentro. El efecto es magnífico, la ilusión es completa.

Espacio voluminoso y colorido, perforado atractivamente por proyecciones que actúan de ventana o de figuras geométricas que giran creando una espacialidad de musical. La historia está mechada con temas de rock, disco, jazz, folk y más; cada actor tiene su momento de canto bien lucido y con su estilo particular de danza, sumado a Clara que despierta en su dimensión paralela para bailar, liberarse del cuerpo y la mente.

Personajes claros, con profundidad al igual que comicidad: destacada la corporalidad cómica de Gabriel Paez como el Negro (con una trayectoria en clown que se deja apreciar tanto en su descubrimiento de los objetos como en la cadencia de sus diálogos), la ansiedad y el acorralamiento del mundo escéptico del doctor interpretado por Alejandro Paker, la disciplina bailarina de ballet de Ana Belén Beas y la voz vibrante de la enfermera Ivanna Rossi. En todos, se percibe el cuerpo entrenado de la experiencia atlética de las tablas. Queda notorio, al igual que los actores, los técnicos de luz y sonido, que de forma muy detallista construyen la magia.

Sorpresa audiovisual conmovedora. Una obra que por la delicia visual queda en la retina, por su destreza física queda en el cuerpo, por su onirismo queda en la mitología personal, se funde entre las fantasías, pertenece. Puesta y libreto maravillosos de Walter Velázquez.

Ana Belén Beas – Clara

Gabriel Páez – El Negro

Alejandro Paker – El Doctor

Ivanna Rossi – Mabel

 

Libro y Dirección: Walter Velázquez

Dirección Musical: Gaby Goldman

Coreografía: Sebastián Codega

Diseño de luces: Ricardo Sica

Escenografía: Ariel Vaccaro

Diseño de Vestuario: Silvina Falcón

Diseño de sonido Ramiro Pinto

Artes Visuales: Francisco del Corral / Paola Mosca

Fotografía: Simón Quezada

Vestuaristas: Celeste Bulfoni

Maquillaje: Julieta Varela

Diseño Gráfico: Micuana

Asistente de dirección: Mauricio Germán Viñas

Producción Ejecutiva: Janina Levin

Redes: Aledis

Comunicación y Prensa: BMZ Comunicaciones

 

Redes Sociales

IG: @laultimahabitacion

 

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Viernes y sábados 00:30 hs.

Teatro del Picadero – Pje. Enrique Santos Discépolo 1857

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