Reseña realizada por Iván Pedernera para Eclécticamente Arte.
Al entrar a la sala nos encontramos con música electrónica fuerte y los actores bailando sobre el escenario, cada uno de ellos iluminado con el flash de sus celulares. El público se ubica en sus asientos y poco a poco estos personajes van dejando de bailar y se acercan a la puerta que los separan de nosotros, a través del vidrio se genera una conexión de miradas actor/espectador pocas veces logradas. Rápidamente se abren las puertas y vamos conociendo poco a poco la trama de la obra.
¿Qué tan sentidos son esos recuerdos de los cuales solo nos contaron pero nunca vivimos? ¿O tal vez si los vivimos pero no los recordamos?
Cuando a cada uno le toca agarrar el micrófono van dando paso a sus relatos. Cada uno cuenta sus propias vivencias, sus recuerdos o momentos que por un motivo u otro les dejaron marcas en el alma. Conocemos sus miedos, su fragilidad, su angustia, sus sueños. Cada palabra llega al alma del espectador ocasionándole un sacudón a su propia realidad.
¿Cuántas veces creímos tener resueltas las cosas de nuestra vida y en menos de un segundo la vida nos pone una prueba más para superar? ¿Quién no se inventó una vida paralela? ¿Qué tan difícil es lo que vivimos visto desde afuera?
Se destaca la Dirección de Nayla Pose, una puesta original y diferente a lo que estamos acostumbrados. Impecable el trabajo realizado por cada uno de los actores quienes además son los responsables de los textos
Es inevitable no sentirse identificado con algún relato, los cuales de alguna manera nos traen recuerdos que creíamos olvidados en algún rincón de nuestra mente y nos deja en claro lo importante que es dejar asentado nuestro paso por la vida.
ENTRADA GENERAL $180