Por Pia Fonseca para Eclécticamente Arte

Después de muchos años de haber sido escrita vuelve un clásico del teatro argentino: Una nueva versión de Tute Cabrero (juego de naipes donde dos siempre se juntan para dejar afuera a un tercero). Tito Cossa parafrasea y relaciona el juego con distintas conductas humanas, mezquindades y reacciones inescrupulosas ante un conflicto de tres trabajadores de clase media. La acción se desarrolla en la década del 60, donde comenzó la tan mentada racionalización laboral, vigente hasta hoy.

“Hemos decidido prescindir de un dibujante…, les doy la oportunidad de que si alguno quiere irse, lo resuelvan entre ustedes”, notifica por el radio la voz despiadada y fría del gerente de la empresa Alfa, Sr. Barcel, quien lleva adelante un plan de racionalización. Precisamente, el mundo laboral actual y las reglas que impone el capitalismo.

Incluso, el director Jorge Graciosi  compara épocas y nos asegura, “La obra fue escrita en los sesenta y como guión cinematográfico, en la primer puesta de “Tute Cabrero”, si realice un estudio político – económico – laboral. Ahora ya pase los sesenta puedo comparar dos épocas y asegurar que “Tute Cabrero” está vigente.”

Una vez instalada la acción dramática ¡Que comience el juego! Los tres trabajadores de clase media deberán disputar la difícil tarea de sobrevivir dentro del sistema laboral, motivo por el cual buscarán anular al más débil.  La situación límite terminará por develar las conductas humanas más oscuras, los personajes harán lo que necesiten para no quedar afuera. El pequeño estudio de la empresa será un área de conflicto y contradicción.

La tensión incrementará hasta que, entre compañeros, se vean como enemigos. Por lo tanto, la puesta en escena cumple un rol fundamental, y  Graciosi, lo resolvió de forma extraordinaria: no solo optimiza el espacio reducido y utiliza todos los rincones del escenario, sino que además encontró los ritmos adecuados que hacen avanzar la historia en forma dinámica.

Las personalidades de los tres dibujantes se encuentran bien definidas en el texto dramático de Tito Cossa. También se pueden distinguir los rasgos de cada una de las generaciones de los trabajadores por la acertada propuesta de vestuario, que realizó Maria Armentano, o desde la disposición de los planos y el orden escenográfico del taller de la empresa, que diseñó Héctor Calmet.

En cuanto a las actuaciones, son excelentes. Graciosi compone un personaje rico en gestualidades, un hombre mayor incapaz de cumplir de forma correcta con sus responsabilidades laborales.  En el escenario lo acompañan Juan Manuel Romero, que interpreta al líder del grupo, y Fernando Ricco, un joven aspirante de arquitectura, ambos de forma adecuada y sin quedarse atrás, muy precisos en los cambios de energías,  con una gran calidez y, por sobretodo,  permeables a modificarse por el entorno.

De todas formas, no hay que dejarse tentar solo con este trío impactante. La historia no queda ahí. Hay tres mujeres, detrás de los hombres, que juegan un rol esencial en la toma de decisiones luego del anuncio de Barcel.  Patricia Durán, quien interpreta la esposa del líder del grupo y apoya sus aspiraciones en él,  Elida Schinocca, una hermana dependiente, y Rosario Albornoz, artesana y novia del joven aspirante.

Ellas también reflejan sus temores al hablar, tienen intereses, conductas mezquinas, y terminan afectadas por este episodio. Poseen un nivel muy parejo, y se acoplan a las intensidades de las escenas generando muchos matices cómicos. El personaje de Albornoz está muy bien logrado desde la actuación, y da un giro a la interpretación final que nos deja pensando…

EA: “Dirigiste múltiples piezas de diversos autores y dramaturgos, sin embargo, siempre volves a trabajar sobre las creaciones de  Roberto Cossa ¿Por qué? ¿Cuáles son los elementos y las características que mantienen el espíritu de Cossa y, a su vez, te atrapan para llevarlas a la escena?”

JG: En realidad nunca abandone a Cossa, por eso tampoco vuelvo. Somos amigos, hablamos casi todos los días y todos los temas. Me atrae el teatro de Tito por ser popular y a la vez profundo, ideológico y representativo del hombre común. Su dramaturgia nos muestra a nosotros los argentinos, la clase media porteña fundamentalmente todo esto con pinceladas del grotesco; un estilo nacido en estas tierras.

Tute Cabrero compromete al espectador con cada uno de los sentimientos y las contradicciones que atraviesan personajes, y apela a la identificación de las conductas humanas. Los ritmos, las intensidades, y los climas son clave para apreciar el espectáculo, y el elenco lo resolvió de manera brillante.

 

Ficha Técnica:

Autor: Tito Cossa;

Intérpretes: Rosario Albornoz, Patricia Durán, Jorge Graciosi, Fernando Ricco, Juan Manuel Romero, Elida Schinocca;

Vestuario: Maria Armentano;

Iluminación: Héctor Calmet;

Diseño de Espacio: Héctor Calmet;

Música Original: Malena Graciosi;

Operación Técnica: Fernando Díaz;

Fotografía: Martín Albarracín;

Diseño Gráfico: Sebastián Roitter;

Prensa: Silvina Pizarro;

Asistente de Producción: Cecilia Santos;

Asistencia de Dirección: Sofía Grassetti;

Dirección: Jorge Graciosi

 

Funciones: Sábados a las 22.30 hs.

Teatro Andamio, Paraná 660

Entrada $230.- (Descuentos a Estudiantes y Jubilados)

Informes 4373-5670 – Web: http://www.andamio90.org