Reseña realizada por Mirta Mato
Eclécticamente Arte estuvo presente en la función de “Miguel Hernández, mi marido”, en la sala Fandango Teatro.
Se trata de un unipersonal, magníficamente actuado por Liliana González, también autora de la dramaturgia. La actriz encarna a Josefina Manresa, esposa del poeta, que invita al espectador a dar un paseo por la vida y la obra de su marido. Las historias de niño que él le ha contado, los recuerdos comunes, su historia de amor y también sus propias reflexiones sobre los acontecimientos históricos que envolvieron y marcaron trágicamente la existencia de Miguel.
El relato está mechado con textos poéticos del propio Hernández y una selección de poemas cantados de manera exquisita por la misma Liliana González. Así nos lleva de la mano a conocer sus deseos, las luchas libradas consigo mismo y con su entorno por el ansia de un mundo más justo. Por su origen humilde, todo para él fue más difícil, más cuesta arriba. No es lo mismo nacer en una familia acomodada, tener las necesidades cubiertas y un acceso facilitado al estudio; que pertenecer a una familia humilde de campesinos y tener que trabajar desde niño. Además, su vida parece tener un sino trágico que le pone aún más obstáculos y dolores en el camino. Sin embargo, él resiste y lucha hasta el final, tanto por su vocación de poeta como por su postura política, que lo lleva a participar activamente, combatiendo en el frente republicano durante la guerra civil -provocada por el golpe de estado perpetrado en julio de 1936-.
Terminada la guerra, los partidarios de la República no la pasaron nada bien, y Miguel Hernández no fue la excepción. Después de algunas peripecias murió encarcelado y enfermo de neumonía, sin compasión alguna por parte de las autoridades. Siempre recordaré aquella película de José Luis Garcí de 1977 – “Asignatura pendiente”- que en los títulos finales se la dedica a “ Miguel Hernández, que se murió sin que nosotros supiéramos que existía”.
A pesar del tiempo transcurrido, en nuestros días todavía hay quienes quisieran callar su voz, negar su existencia…por eso, este espectáculo es más valioso aún. Celebrar la vida de Miguel Hernández es hoy, como ayer, un acto de Memoria, resistencia, compromiso y mucha belleza. Con pocos elementos en escena, se nos muestra un mundo.
Liliana González es la que pone el cuerpo y la voz; al tiempo que se percibe un cálido trabajo de la dirección -en manos de Carlos Ponte- y de todo el equipo que forma parte de este conmovedor espectáculo.
Ficha Artística- Técnica:
Actuación y Dramaturgia: Liliana González
Voz en off Carlos Ponte
Arreglos musicales: Eduardo Pertussi – Hernán Malagoli
Asesoramiento vocal y musical: Patricia Barone
Vestuario Natalia Méndez Huergo
Diseño de luces Pablo Curto
Fotografías y Prensa: Silvina Macri
Asistentes de dirección: Nahuel Burgos – Fernanda Carranza
Dirección general: Carlos Ponte
Puesta Original: María Esther Fernández
Duración: 60 min.
Funciones: Sábados 18 h.
Fandango Teatro – Luis Viale 108 – CABA
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