Reseña realizada por Debora Longobardi

Estuvimos en el teatro El Extranjero viendo “El último, diatriba de amor por mensaje de audio”. Autoría y dirección de Marcelo Allasino y las actuaciones de Agustín Keller y Hervé Segata.
Cuenta su autor, que la escritura de esta pieza, surgió a partir de un crimen de odio hacia un joven litoraleño devenido trabajador sexual. Un hecho trágico que, al ser llevado al escenario, transforma el dolor en una poderosa herramienta de visibilidad y reflexión. Y qué maravilloso que el teatro sirva como un espacio en el que se pueden mostrar realidades que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas.

Un texto poético, que, sin duda, desafía a los actores y al propio director, a ir más allá de la simple interpretación.
La puesta en escena está llena de recursos, proyecciones, imágenes, sonidos y música, que se entrelazan para ir sobrellevando esta historia que, poco a poco, se vuelve más intensa.

El término “tóxico/a” pareciera haberse puesto de moda. Pero que esté de moda no quiere decir que haya que quitarle gravedad a esa expresión. En esta obra, dos personas se vinculan afectivamente. Dos hombres abren las puertas de esta historia para contarnos y mostrarnos cómo las palabras y los gestos pueden ser tanto una fuente de amor como de destrucción. La química, la conexión y el vínculo que muestran en escena Agustín Keller y Hervé Segata, están muy bien logrados. Ambos se destacan en su rol específico. Uno ofreciendo lo que otros necesitan, como forma de sobrevivir. El otro, transformándose gradualmente en ese monstruo que cree que el primero, es de su propiedad. ‘Mío’, repite, por mensaje de audio, como si el amor fuera una justificación para su comportamiento destructivo. No, no lo es, ni debería serlo, nunca.

Cuenta con una escenografía que da el marco perfecto para que esta historia se desarrolle, mostrando y definiendo diferentes espacios; el vestuario de cada personaje, que nos ayuda, también, a entender los contextos de cada rol, y la puesta de luces que termina por completar y apoyar los distintos momentos por los que atraviesa la obra.

Una pieza teatral que no escatima en mostrar imágenes que podríamos considerar, tal vez, fuertes, explícitas, provocativas. Pienso en voz alta: ¿no hay temas que deben mostrarse así para que podamos entender su gravedad? A veces, es necesario este impacto visual para sacarnos de nuestra zona de confort y mirar otras realidades. Gracias, una vez más, al teatro y su gente, por ofrecernos esta oportunidad.

Autoría y dirección: Marcelo Allasino
Actuación: Agustín Keller y Hervé Segata
Espacio e iluminación: Marcelo Allasino
Música original: Agustín Keller
Piano: Luis Enrique Carballosa
Mastering: Brian Taylor
Grabación de efectos sonoros: Nico Diab
Colaboración en vestuario: Gustavo Mondino
Colaboración en utilería: Salvador Aleo
Cámara: Juan Maldonado y Elisa Laorden
Foto: Juan Maldonado
Diseño gráfico: Leonor Barreiro
Prensa: Daniel Franco
Asistencia: Mateo Milione

Este espectáculo cuenta con el aporte de la Comisión Municipal para la Promoción de la Cultura, el Ministerio de Cultura de la provincia de Santa Fe, el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro.